Nos
graduamos, somos maestros,
¿y ahora
qué?
Hace un
tiempo tuve la gran oportunidad y el gran honor de ser la madrina de una de las
promociones de maestros que se graduaban en la Universidad de Castilla La
Mancha, en el campus de Cuenca. Una madrina no es alguien que da un discurso y
ya está. Debía mostrarles que ser maestro es algo más que impartir unos
conocimientos y ya, no, debía transmitirles esa pasión, esa vocación, esas
vivencias. Así fue…
Pues ya
está, llegó el momento de la graduación. Lo
habéis conseguido. Compañeros, maestros.
Aún recuerdo con emoción y nostalgia ese momento, con algunos cambios
porque en mi época lo llamábamos PASO DEL ECUADOR y lo hacíamos en el 2º curso,
y… cómo nos llamaban, cucharas, sí, porque al estar en 2º, en mitad del camino,
ni cortábamos como cuchillos ni pinchábamos como tenedores…en fin ….
Ese momento de graduarse como maestros son momentos en los que se sienten
una mezcla de emociones, alegría, nerviosismo, satisfacción.
Echando la vista hacia atrás y recordado cuándo empezó esa psicología del
desarrollo, o esa organización del centro escolar, objetivos, contenidos,
leyes, el TFG….
Pero comienza otro tramo más de ese viaje que empezó en vuestra época
escolar, en el cole, en el instituto…
Ese viaje a Ítaca, esa Ítaca como maestros. Ese viaje que Ulises emprendió
en La Odisea de Homero y que años después Constatino Kavafis nos refleja en
este poema.
Cuando inicies tu viaje a Ítaca
Pide que el camino sea largo,
Lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los Lestrigones, ni a los Cíclopes, ni al colérico Poseidón.
Ten siempre
a Ítaca en tu pensamiento.
Tu llegada
allí es tu destino.
Mas no
apresures el viaje Y, atracar, viejo ya en la isla enriquecido de cuanto
ganaste.
Sin aguardar
a que Ítaca te enriquezca.
Ese viaje,
ser maestro, sentirse maestro, y apasionarse como maestro. Este camino será
largo, tan largo como deseéis vosotros, tan largo como la pasión, la vocación y
el corazón os dejen. Viviréis como Ulises miles de aventuras y experiencias, os
lo puedo asegurar. Cada día es una historia, cada día es una escena de esta
maravillosa función.
Unas veces
os preguntarán, seño, porque llevas anillo si no estás casada, o “seño,
mira, mira, llevo las uñas pintadas como tú, o profe, ven , corre , mira ,
Carla está llorando,
_ ¿Qué
te pasa Carla?
_ Alex no me
quiere ya …Unas
veces seréis psicólogos, médicos, hermanos, amigas, confidentes, cómplices,
atletas, organizadores, artesanos, pintores, detectives, elefantes, árboles,
monos, … pero sobre todo un ser humano lleno de ilusión, amor y pasión por su
trabajo.
Puede que
aparezcan cíclopes como le ocurrió a Ulises, pero ahí está nuestro ímpetu,
nuestro coraje, nuestras ganas de trabajar, nuestra pasión y nuestro corazón.
Queridos graduados, os puedo asegurar que con el corazón se llega a todas
partes.
No
apresuréis este viaje de ser maestro, vivid cada momento con vuestro alumnado,
cada risa, cada lloro, cada enfado, porque sí, también hay enfados… Cada
sensación y cada emoción vivirla con ellos y para ellos. Las emociones hay que
sentirlas, el enfado, la alegría, la ira, la sorpresa, la tristeza, todas…No
hay emociones buenas o malas, pueden ser agradables o desagradables o menos
agradables. Todas las emociones se deben vivir, lo importante es identificarlas
y saber gestionarlas.
¡Qué
importante la educación emocional en la escuela! Nosotros seremos sus guías y
les enseñaremos a vivirlas y sentirlas.
Hace unos
días escuché a otro compañero decirle a un alumno, “no llores más, ya
deja de llorar”. Por qué no puede seguir llorando. Enseñémosle a gestionar
esa emoción. Cuesta, claro que cuesta, nos cuesta a los adultos así que
imaginad a los niños o a los adolescentes…. Es muy importante escuchar, es más,
es importante saber escuchar a nuestro alumno y …mirarlo, sí. La mirada, por
una mirada, un mundo…Agáchate, ponte a su altura, míralo y escúchalo. Somos sus
referentes, somos sus verdaderos “influencers”.
Los alumnos
nos aprenden a nosotros. Somos sus guías, al igual que las familias, ¡qué
importantes! Familia y cole deben estar unidas, ambas tenemos el mismo
objetivo, el desarrollo integral de los alumnos.
Uno de los
días llegaba al cole y una de las nenas de 5 años me dice a voz en grito: _
“Asun, seño
Asunn, señoooo”, miro
hacia atrás, digo qué pasa, "¿qué pasa Ana?". Sus manos
indicaron sus piernecitas, ".
Miré y dije:
“Anda Ana, qué chulada.”
“Seño,¿ te
gustan mis calentadores nuevos?, me preguntó muy ilusionada.
_” Son
preciosos Ana, como tú”, le contesté.
A los dos
días, fue Tania, Lucía, Elsa, Paula…con calentadores en sus piernas. ¿Sabéis
porque llevaban calentadores? Ese año la seño Asun era la encargada de impartir
psicomotricidad a todo el ciclo de educación infantil. La seño Asun llevaba
calentadores todos los días…
Te aprende a
ti. Se convierten en el reflejo de lo que tú eres. Por eso los momentos
emocionales que se viva en la infancia y en la adolescencia van a repercutir en
el resto de sus vidas.
Ya lo decía
Aristóteles, “educar la mente, sin educar el corazón no es educar en
absoluto”.
Cuenta la
leyenda que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los
sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había
bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: -¿jugamos
al escondite? La INTRIGA levantó la cara intrigada, y la CURIOSIDAD
sin poder contenerse preguntó: - ¿al escondite? ¿Y cómo es eso?
-Es un juego- explicó la LOCURA - en el
que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras
ustedes se esconden y, cuando yo haya terminado de contar, el primero de
ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.
El
ENTUSIASMO y la EUFORIA estaban encantadísimos. La ALEGRÍA dio tantos saltos
que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA a la que nunca le
interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no
esconderse; ¿Para qué? si al final siempre le fallaban y la SOBERBIA opinó que
era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no
había sido suya), y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse... Uno, dos, tres...
comenzó a contar la LOCURA. La primera en esconderse fue la PEREZA, que, como
siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo,
y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo
había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD casi no
alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para
alguno de sus amigos: ¿que si un lago cristalino? ¡Hay ideal para la BELLEZA!;
¿que sí la rendija de un árbol? ¡Perfecto para la TIMIDEZ!; EGOÍSMO, en cambio,
encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... eso sí,
sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en
realidad se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO en el centro
de los volcanes, el OLVIDO... ¡se me olvidó donde se escondió!... pero no es lo
importante. Cuando la LOCURA contaba 999999 el AMOR aún no había encontrado
sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un
rosal y, enternecido decidió esconderse entre sus flores. ¡Un millón!, contó
la LOCURA y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres
pasos de la piedra. Luego a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los
volcanes. En un descuido encontró a la ENVIDIA, y claro, pudo deducir donde
estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; él solito salió
desesperado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. Así fue
encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una
oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco-iris... (¡mentira, sí ella estaba en
el fondo del océano!), y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que
estaba jugando al escondite.
Pero solo el
AMOR no aparecía por ningún sitio. La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo
cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba a punto
de darse por vencida, divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y
comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las
espinas habían herido en los ojos al AMOR, la LOCURA no sabía qué hacer para
disculparse; lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su
lazarillo. Desde entonces el amor y la locura van juntos. (https://lamenteesmaravillosa.com/la-hermosa-leyenda-sobre-el-origen-de-los-sentimientos/)
Compañeros
maestros, con un poquito de locura, imaginación, magia y corazón nuestros
alumnos nos recordarán por la persona que fuimos con ellos y por ellos. Siempre
confiando en ellos y poniendo toda la pasión por lo que hacemos.
(Asun Flores)
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